miércoles, 3 de septiembre de 2008

De la ilusión a la comprensión biográfica (Pierre Bourdieu y la historia oral)

Jorge E. Aceves L.
CIESAS Occidente
Revista Dossier
Universidad de Guadalajara
Una versión de este trabajo se presentó en el Homenaje a Pierre Bourdieu, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, el 6 de marzo de 2002.

1. El objetivo de este texto es reconocer el aporte de Pierre Bourdieu a los procesos de investigación que utilizan la entrevista dentro del campo de la llamada historia oral.

No expondré toda la gama de reflexiones teóricas ni los argumentos de Bourdieu en este aspecto; más bien haré un reconocimiento del impacto de sus ideas en el conjunto de prácticas de investigación en las que se involucran los estudiosos de la historia oral y las historias de vida, y una invitación a que dichos practicantes retomen y consideren de manera más sistemática y abierta las contribuciones vertidas en varios escritos del recientemente fallecido pensador francés.

2. Ha sido una característica de la moderna práctica de la historia oral y de la producción de historias de vida la ausencia ­cada vez en menor medida­ de una explicación del propósito y los principios que guían su investigación. También ha existido una crítica permanente sobre los perfiles demasiado empiricistas que han acompañado los resultados de esta práctica sociohistórica, que desdeña o carece de la intencionalidad reflexiva y teórica que en otros campos de la ciencia social a veces se muestra en exceso.

Tenemos una serie de autores importantes y de obras reconocidas en la historia oral que podrían ejemplificar lo anterior. El norteamericano Studs Terkel ha sido un prolífico escritor y merecidamente se le ha considerado uno de los pilares de la práctica de la historia oral en Estados Unidos. Ha realizado un gran número de investigaciones y ha producido una inmensa cantidad de programas radiales en los que ha difundido sus hallazgos, principalmente en Chicago. Ha escrito sobre los sueños americanos, la segunda guerra mundial, el pueblo norteamericano, los problemas raciales, la historia del jazz, la gran depresión de los años veinte, y entre otros temas publicados en libros, uno que quiero resaltar: Trabajadores: la gente habla de lo que hace todo el día y cómo se siente acerca de lo que hace (1974). Esta obra es un esfuerzo extraordinario por mostrar el heterogéneo mosaico que resulta ser la sociedad norteamericana, tan dividida, tan compleja, tan diversificada, expuesta por Terkel a través de cientos de entrevistas que nos dan esbozos biográficos de una gran cantidad de tipos particulares de la estructura social que diseñó para representar a los trabajadores de Norteamérica. El voluminoso texto, sin embargo, no permite conocer los puntos de partida, la intención que le dio aliento a la investigación, las consideraciones o principios del autor para tal empresa. No hay un asomo de reflexión teórica sobre lo que se nos ofrece; no hay conexiones de orden conceptual que nos hagan comprender las circunstancias individuales de los trabajadores que se nos presentan; es muy poco lo que nos dice el autor sobre la propia experiencia de construcción de las entrevistas y nada del proceso mismo de hechura del texto.
La obra en cuestión no deja por ello de ser un aporte original, detallado, sistemático, de gran
esfuerzo y, sobre todo, de exponer directa y fundamentalmente el punto de vista de los sujetos de la investigación.
Esta obra de Terkel tiene sus réplicas e imitaciones ­no tan buenas­ por muchas partes del mundo. La producción del dato entonces se llega a confundir con la recabación o la recopilación del testimonio a discreción. La acumulación de testimonios al infinito y la falta de una intencionalidad previa también tiene sus practicantes.
En la historia oral, la reflexividad sobre su modo de hacer las cosas ha sido una práctica apenas reivindicada en los últimos años, cuando se intensifican la interrelaciones en el ámbito internacional, tanto por la circulación de las ideas como de las personas y sus asociaciones.
La edición de obras en las que los puntos de vista de los sujetos sociales son en sí mismos el resultado de la investigación, no resultan ser más el modelo a seguir. Buscar y producir los testimonios mediante los procesos de entrevista no constituyen ya el fin, sino que son la plataforma y el vehículo a través de los cuales se obtiene el conocimiento y la comprensión de lo social plasmado en el material autobiográfico.
En la actualidad, resultado de esta interacción del pensamiento y del tránsito de personas por las distintas geografías, hay "historiadores orales" que se han esforzado de manera importante por dotar a su práctica científica de elementos teóricos más complejos y esquemas conceptuales más sólidos en términos epistemológicos. El inglés radicado por muchos años en España Roland Fraser, en cuyo libro Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. La historia oral de la guerra civil española (1979), hace la más exhaustiva reconstrucción de la guerra civil española con base en entrevistas de historia oral, ha procurado reflexionar teóricamente sobre el proceso de construcción de la investigación, que combinó la investigación documental y la entrevista oral. Fraser aporta un valioso y preciso trabajo en el que expone los puntos de partida que utilizó en sus entrevistas y los modos específicos para leerlas y comprenderlas en el contexto histórico. La búsqueda del propio sujeto metodológico en el "autoanálisis" también es producto de un trabajo posterior: En busca de un pasado (1987) y de un excelente razonamiento sobre las cualidades y los problemas a los que se ha enfrentado como investigador que ha buscado el punto de visto de los actores sociales en el texto: La formación de un entrevistador (1990).
La intención de dotar con una dosis de reflexividad los trabajos que son resultado de entrevistas orales, ha sido una característica de autores como el italiano Alessandro Portelli, del francés Daniel Berteaux, del inglés Paul Thompson, del norteamericano Ronald Grele, del brasileño José Carlo Sebe Bom M. y de una multitud de personalidades en el campo de la historia oral. Es muy ilustrativo consultar la revista de la Asociación Internacional de Historia Oral (ohia), ya que muestra la diversidad disciplinaria y la pluralidad de procedencias culturales y geográficas de quienes se involucran en esta red académica específica. La reflexión sobre la función de la entrevista en la producción de los datos de investigación es un asunto presente e ineludible, que se ha nutrido de varias disciplinas y tradiciones nacionales que desde las ciencias sociales han sistematizado y compartido sus experiencias. La crítica a los procedimientos y puntos de partida de una investigación es un reto que todo estudioso se plantea. Asimismo, es cada vez más importante dar cuenta del proceso de implicación del sujeto investigador en la construcción de sus datos, y más cuando de entrevistas se trata.
3. En la práctica de la historia oral contemporánea ha sido un reto incorporar estas perspectivas y enfoques críticos sobre la propia producción del conocimiento. La apuesta hacia una mayor objetivización de los procesos de conocimiento en este campo ha resultado en experimentos y aventuras al estilo de autores posmodernos, en tanto que el protagonismo del autor se vuelve más visible, y se trata de volver más plural y diversas las voces y los puntos de vista de las personas con que se interactúa.
En este contexto observo la presencia y la contribución de Pierre Bourdieu al enriquecimiento del arsenal teórico y metodológico del que pueden disponer los practicantes de la investigación social con base en entrevistas orales. No intentaré afirmar que aquel que desconozca su obra principal primero la estudie y luego la aplique a sus intenciones y proyectos, sino sugerir acercarse a la obra específica y selecta de Bourdieu y pensarla en relación con un fin predeterminado, preferentemente que haya surgido de un problema de la experiencia y de la tarea misma de investigación.
Como todo pensador que se ha convertido en un "clásico" cuyo aporte a la teoría social y a la sociología en particular ha sido relevante y de gran alcance (cfr. Shusterman1999 y Swartz 1997), ahora sólo llamaré la atención a dos contribuciones de Bourdieu, pertinentes y actuales, a los problemas que se enfrenta la reflexión sobre la praxis de la historia oral: la crítica al galopante subjetivismo que reconocía el sociólogo francés en la producción de "historias de vida" en el medio académico y literario de la producción europea; y la crítica a los procesos de construcción del dato social a partir de la elaboración de entrevistas cara a cara.
a) El primer trabajo que refiero es "La ilusión biográfica" (publicado originalmente en Actes de la Recherche en Sciences Sociales, núm. 62/63, junio, 1986, pp. 69-72), que fue incorporado en la revista internacional de historia oral de lengua española más importante (Historia y Fuente Oral, núm. 2, 1989, pp. 29-35). En este texto breve, que tuvo impacto y causó polémica en el medio académico especializado en la producción de historia de vida, Bourdieu afirmaba que el tipo de material biográfico que por lo regular se estaba generando hasta entonces era sencillo y producto del sentido común, que constituía un relato sobre la existencia individual enmarcado en una filosofía del acontecimiento predecible. Criticaba la evidente carga ideológica del producto resultante acomodado a las circunstancias del narrador y desprovisto de cualquier elemento que lo ubicara en un campo de existencia social específico.
Escribió Bourdieu que "... producir una historia de vida, tratar la vida como una historia, es decir, como el relato coherente de una secuencia significante y orientada de acontecimientos, es quizá sacrificarla a una ilusión retórica, a una representación común de la existencia que toda una tradición literaria no ha dejado ni cesa de reforzar" (p. 30). Allí el reclamo es la ausencia de la pretensión de objetividad en la producción del dato sociológico; es la crítica de Bourdieu acerca de la evidente ausencia de criterio para entretejer el tiempo personal, individual, y el tiempo y el espacio sociohistórico. En la elaboración de estos relatos biográficos, afirma nuestro autor, encuentra la complicidad natural del biógrafo al aceptar la creación artificial de sentido, a pesar de presentarse como un profesional de la interpretación (idem). Lo que parece estarse construyendo en este tipo de textos biográficos es más bien una "descripción oficial", lo más parecido a un credencial de identidad, a un curriculum vitae, o sea, una biografía oficial. Bourdieu destaca la ausencia de una reflexión sobre la matriz de relaciones sociales objetivas que enmarcan a los sujetos y que no aparecen de modo significativo. La caracterización del campo social en que se inserta el sujeto no es regularmente incorporado, por lo que las trayectorias biográficas carecen de pertinencia y sentido amplio. La crítica realizada por Bourdieu fue dura y originó pesimismo; algunos la interpretaron como una afrenta a los intentos por la reconsideración de la subjetividad en los nuevos temas de la agenda de la investigación social. No obstante, y una vez calmada la agitación, se valoró su postura y el enfoque que propugnaba. Hubo algunas réplicas que no salieron a reivindicar todo el campo afectado. De aquí en adelante la autocrítica y la explicación del papel del investigador en la situación de la entrevista sería un procedimiento imperativo. La interpretación del texto autobiográfico también sería un recurso que requería la incorporación de elementos teóricos y metodológicos más refinados sin dejar de lado la reconstrucción del espacio social donde insertar la comprensión de los relatos de vida.
b) En un segundo trabajo, de 1993, Bourdieu expone con detalle sus puntos de partida y los principios de su quehacer como investigador del mundo social, pero no es un manual, ni un texto de metodología ­que parece ser le aburrían mucho­, sino que es un informe de investigación redactado para el público amplio y con concesiones a los lectores del campo académico. La miseria del mundo (Bs.As., fce,1999) es un libro voluminoso con participación de 18 investigadores-entrevistadores que en 564 páginas nos develan lo que se puede hacer con las entrevistas. Es un texto que en lengua española apenas está circulando, pero que por la trayectoria de su director y el contenido mismo, está siendo consultado por los usuarios de metodologías cualitativas en particular, y también por interesados en la aplicación de procedimientos y sistemas de seguimiento o vigilancia epistemológica en procesos de investigación cuya fuente de información central es la situación de la entrevista cara a cara con los sujetos sociales.
Es interesante el contraste de este trabajo con el mencionado de S. Terkel al principio de este escrito, porque en el de Bourdieu et al. están entretejidos la postura teórica y los resultados analíticos con las mismas entrevistas, al contrario del de Terkel, en el que están ausentes estas consideraciones. En La miseria del mundo parece que fueron dos discursos paralelos, pero no lo son, ya que se organizaron y pulieron para ir dotando de sentido uno al otro. Son varios los aportes que encuentro útiles a la práctica de la historia oral contemporánea. Destaco en particular la sección llamada Comprender, en la que sintetiza buena parte de su enfoque heurístico y epistemológico al respecto. Bourdieu resalta que el proceso de entrevistar personas para un objeto de investigación es una construcción social de información especializada, que se caracteriza en primer término por constituirse en una relación social específica, que como tal afecta los resultados producto de dicha relación. Critica de entrada el sueño positivista de la inocencia epistemológica que desconoce e ignora sus propios actos y consecuencias. Por ello, propone una "reflexividad refleja" que necesita que el investigador proceda con una constante vigilancia y certidumbre epistemológica sobre el proceso de investigación, así como de un esfuerzo por elaborar un análisis y un reconocimiento de la estructura social en la que la entrevista se lleva a cabo.
Bourdieu califica la entrevista para la investigación social como una intrusión violenta, por lo que hay que reflexionar acerca de la carga de violencia simbólica sobre la que opera y se sostiene. Diferenciación social, asimetrías, desniveles, jerarquías implícitas y otros factores más evidentes relacionados con la posesión de un capital cultural (simbólico, lingüístico), son todos ellos elementos que hay que poner a discusión en la entrevista, no sólo durante su ejecución, sino desde el momento del diseño y análisis. El reto no es eliminarlos; más bien manejarlos para disminuir la intensidad y el alcance que puede tener la violencia simbólica. Bourdieu recomienda desarrollar una escucha activa, pero metódica. Ni el laissez- faire ni la libertad absoluta en la ejecución y conducción de la entrevista. Otro camino para enfrentar la violencia simbólica es desarrollar un proceso de "socioanálisis" que propicie la comunicación y trascienda la excesiva confianza que trivializa la relación de la entrevista. Ponerse mentalmente en el lugar del otro es también una manera de disminuir la distancia social y lo que permite la comprensión de lo que ha sido y está siendo el otro. Para Bourdieu, entonces, comprender y explicar sería la misma cuestión. La condición: necesidad de información previa que sirva de contexto a la producción de las entrevistas con los sujetos. Resulta interesante conocer la opinión de este autor acerca de que la entrevista es un ejercicio espiritual, como un camino al "olvido de sí mismo" por el proceso de la "conversión de la mirada" que se dirige a los otros.
Por otra parte, escribe sobre los riesgos de la escritura y la transcripción de las entrevistas, y destaca que todo ello es un trabajo de interpretación en el que el analista no está ausente ni puede pretender hacerlo. De nuevo advierte de no caer en la producción de relatos de vida que se sostengan en una "ilusión de la espontaneidad de los relatos biográficos". Esta parte del libro concluye manifestando que en este tipo de materiales es factible ubicar y descubrir los puntos de vista de los sujetos sociales, cuya visión del mundo comprendemos a través de las entrevistas.
De esta manera, estos dos trabajos pueden incidir y modificar prácticas de investigación en el campo de la historia oral y en la producción de historias de vida. También se aplica a lo que hacen al respecto antropólogos, psicólogos o sociólogos, los investigadores de la comunicación y los estudiosos del lenguaje. Hacer entrevistas requiere que la teoría social esté en consonancia y al servicio de la praxis de investigación; que la crítica y la reflexividad se consideren posturas y procedimientos irrenunciables; que el rol del investigador sea evaluado y se evalúe su implicación en los procesos de construcción de los datos; que la entrevista no sea un imperativo de autoridad al que sucumbe el "informante/entrevistado"; que la crítica al objetivismo inocente no redunde en un subjetivismo anacrónico y ahistórico; que el control epistemológico y la reflexividad perduren a lo largo de los procesos de investigación.
Muchos deseos que esperamos poder retomar en el quehacer de la investigación social; en lo particular, las cosas dichas y escritas por Pierre Bourdieu enriquecerán la historia oral y el uso de entrevistas para fines de la investigación y comprensión de lo social. El legado del pensador de nuevo afectará nuestras prácticas.

Referencias bibliográficas
Bourdieu, Pierre (1989) "La ilusión biográfica", Historia y Fuente Oral, núm. 2, Barcelona, pp. 29-35.
Bourdieu, Pierre et al. (1999) La miseria del mundo. Buenos Aires: fce.
Fraser, Ronald (1979) Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. La historia oral de la guerra civil española. Barcelona: Crítica Grijalbo.
Fraser, Ronald (1987) En busca de un pasado. Valencia: Alfons El Magnánim.
______ (1990) "La formación de un entrevistador", Historia y Fuente Oral, núm. 3, Barcelona, pp. 129-150.
Shusterman, Richard (ed.) (1999) Bourdieu. A critical reader. Oxford: Blackwell Publishers.
Swartz, David (1997) Culture and power. The Sociology of Pierre Bourdieu. Chicago, Londres: The University of Chicago Press.
Terkel, Studs (1974) Working. People talk about what they do all day and how they feel about it. (Trabajadores: la gente habla de lo que hace todo el día y como se siente acerca de lo que hace). Nueva York: Pantheon.

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